La elección de carrera es una situación por resolver muy importante que constituye la toma de una decisión para practicar los estudios universitarios. Esta situación requiere de un determinado período de tiempo para resolverla y elegir la carrera acertada.
A tu elección se ofrecen varios caminos. Terminas tus estudios de bachillerato y ante ti se abre la universidad con sus múltiples carreras: el ejército, el campo, la industria, el comercio, un empleo, una carrera técnica, la literatura y el arte. Se abren ante ti perspectivas más amplias que las carreras mismas: las formas de vida (política, espiritual, social, etc). Todo esto se presentará ante ti al iniciar tu vida en forma más personal e independiente.
Muchos jóvenes, por desgracia, no toman en serio esta situación, desperdician el tiempo que tuvieron para obtener información sobre las distintas carreras que existen, los programas, las escuelas y no aprovechan un espacio de tiempo para autoanalizarse y reflexionar sobre cuál carrera sería la mejor para ellos. Es entonces cuando la elección de carrera se convierte en un conflicto, ya que cuando apenas van saliendo de preparatoria toman conciencia sobre lo que quieren estudiar, y se hallan presionados por el tiempo o porque todavía no saben que carrera elegir.
La elección de carrera significa la elección de un modo de vida, por eso es una de las decisiones más importantes. Si elegimos la carrera errónea podremos tener insatisfacción personal, lo que llevaría a la amargura e infelicidad de una persona. En cambio, si nuestra decisión es correcta, esto contribuirá a tener una vida plena y de satisfacción consigo mismo.
Así vemos que de una buena elección de carrera, hecha con bases bien establecidas, dependerá en gran parte la felicidad o desgracia de la vida. La paz de la conciencia, la alegría; o bien turbaciones, tristezas, desfallecimientos, serán el premio o el castigo de una elección bien o mal hecha.
Al elegir una carrera debemos analizar nuestras aptitudes: si no tenemos facilidad para las matemáticas debemos dejar de pensar en ser ingenieros, si no tenemos gusto artístico, debemos dejar de pensar en ser arquitectos...
Nuestras aptitudes limitan el campo de nuestras posibilidades, excluyen determinadas carreras y modos de vida e incluso nos muestran nuestro camino en forma positiva.
Una decisión hecha sin reflexionar (incorrecta), trae repercusiones negativas. Muchos son los que se lamentan amargamente por estar donde no deben; es decir, por no haber tomado la decisión correcta. Malhumorados o neuróticos, reniegan de su situación. Quisieran volver atrás, pero muchas veces es tarde y no pueden recomenzar el camino. Como consecuencia, las personas que tienen estrecha relación con esa persona se alejan de ella porque su carácter comienza a disgustarles, y como se la pasa enojado temen que su enojo y amargura remate en ellos.
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